3 Años ya

Pues sí, hoy estamos de cumpleaños, y es que El Desagüe Interior celebra su tercer aniversario. Tres años ya desde que subí el primer post “La llegada a un Mundo nuevo” para adentrarnos en ese mundo desconocido hasta entonces que es la Blogosfera, un lugar donde contar lo que quieras pues siempre hay alguien ahí para leerte.
Es cierto que ahora no se encuentra en una época de resplandor, pero dentro de su modestia sí conoció tiempos mejores, aquellos en que varios comentaristas poseían también sus bitácoras particulares y todos pasábamos por todas… Sí, aquellos sí eran buenos tiempos.
Pero oye, que no me quejo. De aquellos blogs éste es el que sigue vivo con cierta asiduidad de posteo, y aunque no sea como antes, espero seguir cumpliendo años.
Al principio también trataba temas más personales, contaba experiencias que me habían pasado en la vida, algún pensamiento profundo, algún temor, algún sueño, etc. Pero la cosa fue cambiando, se volvió más impersonal, más de contar cosas curiosas, más de volcar cosas que hacía; más de mostrar lo que ocurría a mí alrededor y no a mí mismo. Y en ese punto estamos.
Puede que vuelvan los buenos tiempos, pero si no es así tampoco es algo que me importe; simplemente el hecho de mantenerlo vivo, postear de vez en cuando y saber que de vez en cuando alguien está ahí para leerme es suficiente para mí.
Sí señores, hoy cumplimos tres añitos, y me siento orgulloso de ello.
Felicidades Desagüe, felicidades Orfi.

Teaserland, no verás más

Hace unos meses me sorprendieron las bases de un festival nada habitual, unas bases que permitían mi participación en algo que siempre me ha gustado pero en lo que no acabo de empezar… Se trataba del Teaserland, Festival Internacional de Trailers Falsos.
Sí, habéis oído bien, trailers falsos, pero alguno se preguntará cómo se come esto; en seguida os cuento. Hoy en día, al trailer breve de una película ya no se le llama anuncio, ni siquiera trailer, su nombre adoptado es Teaser. Más o menos la Wikipedia viene a decir del teaser que se trata del primer conjunto de imágenes promocionales de una película, cuya duración raramente supera el minuto, y que explica de manera somera el contenido del film para crear expectativas en los espectadores; es decir, el primer compendio de imágenes que hacen que te enganches a la peli. Así, con esta explicación, es más fácil entender el concepto del Teaserland: crear breves anuncios de películas inexistentes, ni más ni menos.
La duración de los trabajos presentados estaba limitada a minuto y medio, y el plazo para participar acabó el 28 de diciembre del año pasado. El premio, 30000 euros para realizar tu corto y presentarlo en sociedad antes del 30 de septiembre del 2009.
Bien, aunque aún no se ha votado el ganador, lo que sí puedo decir es que no estoy entre los finalistas, consecuencia directa de no haber enviado nada. Sí, tuve algunas ideas que me parecieron en su momento geniales, algunas de realización complicadas y otras de planificación sencilla, pero mi indecisión habitual y otras circunstancias que ocurrieron durante el mes de diciembre, han hecho que tales ideas queden relegadas a futuras ediciones.
Pero otros muchos sí mandaron su teaser y de entre ellos veinte participantes han sido elegidos finalistas. Y aunque de todas las temáticas, el thriller y el terror son los géneros que más juego han dado y por lo tanto los más representativos. Más adelante me gustaría poner en El Desagüe algunos de esos trabajos, pero de momento os dejo con tres vídeos, a saber: el primero es el teaser de muestra que filmó Jaume Balagueró para promocionar el festival; el segundo es el teaser que Paco Plaza rodó con el mismo fin (para quien no lo sepa, Jaume Balagueró y Paco Plaza son los directores de REC); el tercero es un breve Making off de Maldito viernes, el teaser de Paco Plaza, en él podéis comprobar que a veces el ingenio puede más que la escasez de presupuesto.
Obviamente ambos teasers van acorde con este blog, así que espero que os guste.



Aunque se ha entendido bastante bien, lo podéis ver en castellano aquí.

Un nuevo tesoro

Bueno, un tesoro depende de para quien; pero para mi espíritu coleccionista, desde luego que lo es.
No soy aficionado a los sellos, pero sí al espacio y todo lo que tenga que ver con la Carrera Espacial y las series o películas de ficción que estén enmarcadas en él. Pues bien, aquí ya mencioné una vez mi afición de guardar sellos relacionado con este tema, sellos o reproducciones de coleccionables semanales, que en esto no hago distinciones. Pero sí es cierto que el hecho de que sean originales les da un mayor valor a la colección. Con orgullo hablé esa misma ocasión de cierta adquisición vía E-Bay, un par de sellos conmemorativos del encuentro que en 1975 tuvo lugar en el espacio entre una nave Apollo norteamericana y una Soyuz soviética; sellos de verdad, una pequeña joyita.
Pues bien, el otro día Sonia me llevó a una tienda de la Plaza Mayor, una filatélica para ser más exactos, porque había visto unos sellos que me podían interesar…, y vaya si lo hizo: cuatro pliegos diferentes sobre Star Trek la serie original. Yo, que soy trekki reconocido desde hace bastante, no podía dejar pasar la oportunidad y me hice, ya puesto, con todo el lote.

Tienen más aspecto de reproducciones que de originales, es cierto, pero con mi ignorancia filatélica tampoco podría asegurarlo. El caso es que pertenecen tanto a los Estados Federados de Micronesia (sí, existen, y son una serie de pequeñas islas repartidas sobre una amplia región del Pacífico Oeste) y a Antigua y Barbuda (otro grupo de islas situadas al este del Caribe). Supongo que allí habrán sido de uso corriente, pero como nos comentó el hombre de la tienda, este tipo de colecciones las sacan más con la intención de vender el papel que los sellos en sí; el caso es que eso a mí me da lo mismo.

Ahora toca encontrar las demás series de Star Trek como poco, aunque no descarto algunas películas ¡Ya sé donde buscarlos!

Puede que para la mayoría estos sellos no signifiquen nada, pero para algunos pocos, como ya he dicho, son un verdadero tesoro.

El hombre divergente

Dar la opinión sobre una antología de relatos puede llegar a ser complicado. El hecho de estar constituida por varias obras breves puede hacer que te encuentras con algunas que te gusten mucho y con otras que, bueno, quizá no tanto.
No había leído mucho de Marc R. Soto, el autor de El hombre divergente, pero cuando en las estanterías de la Fnac encontré por casualidad esta recopilación no lo dudé ni un momento… Bueno, uno sí porque soy muy indeciso, pero me atraía la idea de esta recopilación de relatos de terror, y acabé haciéndome con ella.
Elía Barceló nos dice en el prólogo del libro: “… un puñado de historias concebidas como fix-up, es decir, interrelacionadas, que se van ajustando entre sí hasta dar una imagen global cuando se cierra el libro… //… el relato que abre el volumen parece terminar de un modo absurdo, como si de pronto al autor se le hubieran acabado el papel o las ideas; sigan leyendo y todo se cerrará satisfactoriamente al final”. Bien, pues yo creo que el autor escribió los relatos de forma independiente, al menos en su mayoría, y luego creó una historia, reflejada tanto en el primer como último relato, como hilo conductor de la antología; un notable esfuerzo que le ha quedado bastante interesante desde mi punto de vista. ¿Y de qué va este hilo conductor? Como indica el título se trata de un hombre que diverge de una corriente principal, en este caso diverge de su propio universo solapándose con otros paralelos, lo que le lleva a vivir intensos e incoherentes momentos; unas veces estos son agradables, pero otras veces terroríficos y abominables. En cada una de las historias, existen ciertos instantes en que el protagonista vive en el cuerpo de otras personas unos fragmentos de su vida, algo que con ayuda especializada intentará comprender para así ponerles fin y recuperar el orden natural de su propia existencia.
Los relatos quedan complementados con una novela corta, algo frecuente en este tipo de antologías, llamada Mosquitos; una forma original de tratar el mito vampírico tan al uso en el género de terror. Pero éste no es el único tema que se toca en el libro, pues entre sus páginas podemos encontrar relatos que hablan sobre zombies (Volverás), que tocan las oscuras artes del budú (Los muertos no caminan), que nos presentan a extraños demonios urbanitas (Ratas), aberraciones naturales que parecen ser sacadas de la película Perdidos en el espacio (37 Arañas), venganzas naturales (Permutación), y hasta la máxima expresión de algunos curiosos miedos interiores (Sushi y Regreso al bosque). Pero pese a los toques fantásticos, básicamente todas esas historias reflejan la conducta humana ante situaciones inverosímiles que, a veces, nos pueden ocurrir.
No esperéis encontraros unas historias clásicas de terror, pues no lo son. Es más, yo las suavizaría un poco pues reconozco que no me han hecho pasar miedo, más bien lo que prefiero destacar de ellas es lo original de algunas de sus ideas lo que me ha resultado curioso de leer. Eso sí, creo que es una lectura altamente recomendable si lo tuyo son las historias de miedo ligero, perfectamente narradas antes de apagar la luz y adentrarte en las tinieblas de la noche.