viernes, septiembre 14, 2007

Los Chub Chubs

Bueno, ya que es viernes y este blog pertenece a un ciencia ficcionero como lo soy yo, vamos a homenajear un poco el género con una sonrisa en la cara, que otra cosa no será pero al menos ésta te la arranca.
Está en ingles, que le vamos ha hacer, pero sin ser yo un experto en el idioma anglosajón te enteras bastante de lo que dicen (y si no uno se lo inventa, que para eso tenemos imaginación); lo encontré traducido también, pero no me acababa de convencer.
Se hacen un puñado de homenajes, uno clarísimo que no voy a mencionar por no desvelar trama, pero podemos entre todos sacar el nombre de las pelis y series que aparecen en el corto, yo digo la primera, a ver quien sigue...
Por cierto, recomiendo verlo hasta el final, que esto es como las pelis de Disney, trae traca final.
Por una experiencia religiosa espacial: nombres de pelis homenajeadas, un, dos, tres, responda otra vez... Ultimatum a la Tierra, clig clog clig clog clig...

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jueves, septiembre 13, 2007

Incubator 2007

La tortu pequeña..., aunque ya algo crecidita
Pues sí, al final hemos decidido quedarnos con los huevitos de tortuga.
Después del desconcierto inicial, y de informarnos vía Internet, vía veterinario, nos hemos dado cuenta de que es más normal de lo que creíamos nosotros que uno mismo incube sus huevos tortugueros. Hemos de asumir que es muy poco probable que en esta ocasión tiren para adelante, sobre todo teniendo en cuenta que hasta que nos asentamos los pobres pasaron por tres cacharros, cosa nada buena según todo el mundo pues se deben mover lo menos posible, es más, se deben dejar en la misma posición que en la puesta, cosa que… ejem, no hemos llevado a cabo; no pongáis esa cara que somos novatillos en estas lides.
Como la puesta fue el domingo y estaba todo cerrado, lo primero que hicimos el lunes fue comprar lo necesario para hacer una incubadora casera con ciertas garantías: un tapper grande, un calentador de pecera con termostato, un termómetro… Con todo esto hemos conseguido mantenerlas a una temperatura adecuada, rondando los treinta grados a la altura de la tierra en la que se encuentran, y con cierta humedad, siendo ese precisamente el problema; con un exceso de ésta, los huevos podrían contraer hongos e incluso pudrirse. Pese a tener varios agujeritos el tapper para proporcionar cierta ventilación, a mí me da que la humedad es excesiva, y por eso me tengo que hacer con un higrómetro (un aparato que la mide) para intentar que ésta se mantenga entre un 60 y 70%. Hasta entonces confiemos en que el Incubator 2007 sea adecuado. Tortuguitas no sé si llegaremos a tener, pero que por nosotros no quede. La Incubator 2007 a pleno rendimiento

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martes, septiembre 11, 2007

¿Quién dice que los robots no tienen sentimientos?

De vez en cuando Sonia me sorprende con algún vídeo encontrado en YouTube, conseguido generalmente a través de otros blogs. Ahora mismo no recuerdo bien dónde encontró éste, pero a mí me gustó un puñao y me gustaría dedicárselo a aquellos que se emocionaron con Kiwi!
Espero que os guste tanto como a mí.

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domingo, septiembre 09, 2007

Hay que tener huevos

Uno de los huevos custodiado por las tortus
Hoy es domingo, nueve de septiembre del 2007, y ha ocurrido algo tan maravilloso como inquietante.
En este primer fin de semana post bajada lo que toca, como mandan los cánones, es un acondicionamiento casero de esos en los que hay que echarle un par de huevos. Para desbarajustar la casa a favor de mis intereses de las pinto solo; quito esto, quito lo otro, aparto esto y lo apaño en este otro lado, y como quien no quiere la cosa ya tengo un taller montado en el salón de casa.
Una puesta a lo largo del suelo del bañoEl proceso inverso cuesta más, bastante más.
Ayer sábado le di un buen empujón, pero al igual que me pasaba con el cacharro, visualmente no se apreciaba el avance, así que hoy tocaba más de lo mismo. Como ayer no salimos en todo el día y nos apetecía que nos diese un poco el aire, esta mañana pensábamos darnos una vueltecita por el rastro y así llegar a casa con ánimos renovados para la poco motivadora labor de arreglar la casa. Pero ha ocurrido algo inesperado, y aquí nos encontramos sin salir de casa por el momento.
Hace siete años, y por aquello de que tenemos un patio majo, heredamos de casa de los padres de Sonia tres tortugas, cada cual procedente de una situación diferente y variopinta. En estos años hemos llegado a tener hasta seis. Dos pequeñitas las compramos en un acuario y no duraron más de un año, y una tercera aparecida en el césped de la urbanización, que aunque ya tocada (se había caído de un piso, además de ser mordida por un perro) hicimos por “adoptarla”; año y medio después se murió de una neumonía.
Total, siete años después continuamos con las tres primigenias del cambio de siglo.
Pero hoy una de ellas ha puesto ¡Siete huevos!
Ha ocurrido esta noche, y pensamos que por la actitud de la marrón en los últimos días ha sido ella la ponedora.
Aquí la que pensamos responsable, una de ellas, que esto suele ser cosa de dos
¡Y qué hacemos ahora?
De primeras, y como es domingo, hemos tirado de Internet y he acabado haciéndoles una incubadora tortuguil improvisada. No sabemos que haremos, si esperaremos los ocho a doce meses que pueden tardar en eclosionar o se los daremos a algún veterinario o a algún acuario. Por lo visto, de una camada de siete es probable que sólo dos o tres tiren hacia delante, y de ellos puede que uno llegue a sobrevivir; una pena, y algo que no nos apetece ver si te encariñas con ellos. Por otro lado tiene que estar bien eso de ayudar a las tortuguitas de tus tortugas abrirse a la vida… No sé, no sé, ya veremos, pues aunque nazca alguna la experiencia nos dice que las pequeñitas no tardan en morir.
Duros, lisos y grandes... así son mis huevos
De momento esperamos haber hecho lo correcto con la incubadora, pues el suelo del cuarto de baño no creo que fuese el mejor sitio. En cuanto al futuro esta semana hablaremos con algún veterinario y después decidiremos.
Tierra húmeda, mínimamente cubiertos por encima...
Pero de momento tenemos siete pro-tortugas en el cuarto de baño.... y cerrado con film trnasparente perforado, así es nuestra incubadora tortuguil improvisada

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viernes, septiembre 07, 2007

S.T.S. Duque de Alegría

El STS antes de descoyuntarse
Pues sí señores, como muchos de vosotros ya sabéis el STS Duque de Alegría acabó siendo una realidad; es cierto que costó, pero al final acabó surcando las aguas del Tajo.
Con ciertas dudas al principio y algunos contratiempos que hicieron temer por su finalización, y tras un maratoniano fin de semana, pudimos participar en el 28º Descenso Pirata del Tajo.
Pero la recta final del proyecto, donde ya era todo o nada, empezó realmente el día veinte de agosto.
Acabábamos de llegar de nuestras vacaciones. Una semana en tierras valencianas nos vino genial para desconectar de todo lo cotidiano, y de paso darle tiempo al dedo para que se recuperase en la medida de lo posible. Con un guante dos tallas mayores y algo de paciencia, esa misma tarde me puse manos a la obra con el cacharro.
Los diez días siguientes pasaron rápidos y el STS avanzó poco; por suerte el dedo ya no parecía ser un impedimento. No había tiempo, las florituras tenían que acabarse e ir a lo práctico, y si no quedaba como quería, pues haberlo empezado antes; con esto podréis imaginaros las pocas horas de sueño en la última semana.
El sábado esperaba la llegada de mis compis de descenso, Jose y Alfonso, a eso de las ocho y media de la mañana, así que ya por cansancio (toda la noche currando en el cacharro), y porque no me regía bien la cabeza, me eché una cabezadita en la propia bodega del STS de seis a siete. Dos viajes y un montaje lento no exento de complicaciones nos llevó hasta el momento en que mi piloto y yo nos quedamos solos para trabajar toda la noche del sábado en el cacharro… Bueno, solos no, ya que en todo momentos nos sentimos arropados por los demás participantes que con sus constantes conversaciones, sus ofrecimientos de ayuda y con el piscolabis nocturno servido a domicilio (hasta comimos tarta ¡Qué rica!), nos hicieron mucho más amena aquella larga noche. Debo reconocer desde aquí la labor de Alfonso que se portó como todo un campeón, noche en vela y rodillo en mano pintó todo lo pintable pese a la luz reinante (había una farola y algunos focos, pero era de noche y donde daba la sombra no se veía na de na).
Por la mañana llegó el resto del equipo, y con ellos, ya por la hora, las prisas por acabarlo. No dio tiempo a hacer el satélite que quería lanzar, pero las alas, de nocturna y casi improvisada construcción, acabaron colocadas y pintadas justo instantes antes de la botadura; el Duque de Alegría estaba acabado, mal, cierto, pero es que los primeros participantes del descenso ya habían empezado a salir. Una vez embutidos en nuestros trajes naranjas plagados de pegatinas que duraron un suspiro, y con la ayuda de todo muchachote fuerte que rondaba la zona, fue llevado en vilo hasta el embarcadero… y fue entonces cuando surgieron las primeras consecuencias de hacerlo todo con prisas; cuando fue botado, la parte central se rompió y toda la bodega se desplomó.
¿A que quedó bonito?
Reconozco que fue una putada, no lo niego, pero si a la Nasa se les “rompen” los de verdad, nosotros no íbamos a ser menos. Además, una vez en el agua lo que hay que hacer es disfrutar del descenso, eso lo tengo más que claro, así que eso fue lo que hicimos. También puedo contaros que la cadena que movía las palas se salía con bastante facilidad, por lo visto como consecuencia de cierta deformación sufrida en el tablón donde se encontraba encajada, así que hubo que hacer uso del sistema secundario de impulsión…, los remos. Para colmo los tres no podíamos ir en la cabina pues se hundía excesivamente el morro, una apuesta fallida que me obligó a hacer equilibrios en medio de la desafortunada bodega durante todo el descenso.
Tuvimos la agradable visita de Germán, el reportero de España Directo, que pese a lo inestable de nuestra embarcación se portó como un jabato.Con el reportero de España Directo
Algunos regalitos tradicionales (silbatos, alienígenas paracaidistas, ranas, pistolas de agua, etc.) y otros más específicos con la ocasión (transbordadores pequeñitos, pegatinas de la lanzadera) hicieron las delicias de los afortunados que los pillaron.Tirando unos regalitos
Un poco de dejarse llevar por la corriente, un mucho de remar (yo no, mis compis), alguna cervecilla fresca… y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos en el club de piragüismo, final de nuestro recorrido.
En su momento no me di cuenta, pero una vez visto el vídeo grabado por un dispuesto Javi, reconozco que una de las cosas que más me gustó fue ver a nuestro piloto bajarse del STS e ir directamente a abrazar a su hija ¡Qué tierno! ¡Y qué real! Me recordó a esas tropas o a los propios astronautas que llegan de una misión y lo primero que hacen es abrazar a sus familiares. Mucha bebida (hacía calor), muchas fotos y un decepcionante octavo puesto. Sí, soy humano y esperaba una mejor posición, pero comprendo que una bodega que se te hunde nada más salir resta puntos. Además, no puedo desmerecer a las restantes embarcaciones pues en esta edición han presentado una calidad estupenda. Así que tras la pequeña y momentánea decepción, la satisfacción de un nuevo Descenso cumplido me invadió, pues personalmente busco en los primeros puestos el reconocimiento, la prueba de que el cacharro gusta más que el premio en metálico (aunque éste viene muy bien para cubrir gastos, que ninguno somos millonarios), y en el fondo sé que el STS gustó, hubo gente que me lo dijo, incluso otros creadores de barcazas, y eso es suficiente para mí… Vale, quien no se consuela es porque no quiere.
La llegada al embarcadero fue todo un recibimiento
¿Y ahora qué?
Descanso. Parece exagerado, pero desde que empecé con el Nautilitus el año pasado hasta ahora, entre unas cosas y otras ha sido un año bastante ajetreado, y apetece un poco de relax.
Aun así tengo planes, otros locos proyectos que pugnan en mi cabeza por salir y convertirse en realidades que todos puedan disfrutar, sobre todo uno a muy largo plazo. Pero entre medias debo encontrar un hueco para la 3ª Bajada Trastos Locos de Aranjuez, en la que tras el éxito del Mazinguito prometí participar.
Como en otras ocasiones me queda agradecer, esto no es gratuito pues la ayuda tanto recibida como ofrecida ha sido mucha.
Ante todo a Sonia, siempre ahí, aguantando más de lo que permite la cordura las locuras de su pareja ¡Ay! Si no fuera por ella…
Al equipo del STS, Jose y Alfonso, por acompañarme en esta nueva aventura; y a sus respectivas mujeres gracias por un fin de semana de entrega.
A aquellos amigos y familiares que con su visita nos apoyaron en esta travesía.
A José Manchado, por las fotos realizadas.
Y como no, a la gente de Aranjuez, buena gente, que cada vez que aparezco por allí me tratan como a uno más de ellos; no voy a decir nombres pues seguro que alguno se me olvidaría, pero gracias a todos por todo, por vuestra ayuda y por vuestros ofrecimientos tanto pasados como futuros.
Descansar, descansar y descansar
Sólo me queda remitiros a la página del STS Duque de Alegría pinchando sobre el icono de la derecha; está actualizada y contiene una pequeña sorpresa al final.
De nuevo gracias a todos y que la disfrutéis.
Rafa, Comandante del STS Duque de Alegría

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