martes, mayo 22, 2007

Kiwi!

Alguien tiene una ilusión, un sueño… Lo que para esa persona es importante a otros les puede parecer una tontería, una estupidez. Pero también suele ocurrir a la inversa, el que no comprende los sueños de otros no depara en que los suyos propios puedan parecer incomprensibles cara a los demás.
Cada uno es como es, con sus planes, sus metas, por muy increíbles o absurdas que éstas parezcan… ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para cumplir esos sueños? Está claro que depende de la determinación de cada cual, pero nunca el esfuerzo empleado debe ser cuantificable en comparación con el placer que da el conseguirlo, o simplemente intentar cumplir ese fin.
De pequeño construía pequeñas recreaciones de robots en cartulina que me llevaban todo el fin de semana, el objetivo era enfrentarlos en una pelea que no solía durar más de media hora desde el primer puñetazo hasta el destrozo total de estos, ¿valía le pena romperlos tras todo un fin de semana liado con ellos? Pues claro, pues ese era el objetivo.
He llegado a estar hasta dos meses preparando una fiesta de Halloween para que ésta dure unas pocas horas con los amigos aunque no estuviese totalmente preparada, ¿vale la pena tanto esfuerzo y dedicación? Por supuesto… ¿Es incomprensible? Posiblemente para la mayoría sí, pero para mí todo ese trabajo queda más que justificado en el momento en que todos disfrutamos de ella.
Durante más de un mes en ambos casos, la dedicación a “La Bolilla Negrilla” y al “Nautilitus” fue casi absoluta; el primero se partió por la mitad en plena carrera, el segundo se destrozó con la lluvia el día anterior… ¿Valió la pena? Siempre la vale, porque pese a todo el único fin de tanto trabajo era participar y compartirlo, y en ambos casos fue así.
Por eso digo que cada proyecto u objetivo que cada cual tenga es importante para uno mismo, y aunque sea incomprensible para los demás, se debe luchar por ello hasta acabarlo, conseguirlo, o al menos intentarlo, y simplemente aceptar las limitaciones que uno se auto imponga y no las que digan los demás.
Un buen ejemplo de todo lo que acabo de decir se ve espléndidamente reflejado en este corto de animación, es muy bueno, aunque…

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5 Comentarios:

At 22 mayo, 2007 22:32, Anonymous Anónimo dijo...

Pues nada lo volveremos a intentar.

 
At 23 mayo, 2007 11:56, Blogger David Jasso dijo...

Orfi: ¿Te van a salir alitas como a Kiwi o el coche no cogerá tanta velocidad?

 
At 23 mayo, 2007 13:01, Blogger Orfideon dijo...

Sí, Sonia, y ya mismo... ¡¡¡Ay lo que tienes que aguantar, Dios mío!!! ¡¡¡Si es que eres una santa, leches!!!

David, como el coche coja la misma velocidad, ni con alitas evitan que me la pegue... Eso sí, aunque debe de correr bastante bien (aún no lo he probado) no se trata de una carrera de velocidad, es más bien el diseño y la imaginación lo que puntúa... ¡¡Si hasta te puedes bajar del trasto e interactuar con el público si quieres!! Yo no sé lo que haré, si me bajaré o no, o incluso es posible que ni me disfrace por tiempo; primero me centraré en intentar acabarlo, y el resto ya veremos.

 
At 24 mayo, 2007 11:29, Blogger Montse Rius dijo...

Felicidades por este post, es muy bueno. El mensaje es muy bonito y está muy bien expresado.

Oyes, te puedes creer que he visto el corto y aunque es evidente el esfuerzo del pingüinillopajarillo, no te creas que entiendo muy bien la primera parte...

En fin, debe ser que estoy espesa y gris como el día...no para de llover y estoy encerrada con la peke en estas cuatro paredes!!!

Necesito un vuelo de esos, leshes...:-))

 
At 25 mayo, 2007 12:42, Blogger Orfideon dijo...

Estooo, ¿un vuelo de esos dices? ¡Pero tú has visto como acaba, hija de Dios?
Debe ser el día, sí, porque si el esfuerzo es evidente, el resto lo es más... Anda, míralo un par de veces más a ver si lo captas...
Un besote.

 

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