A ver quien es el guapo que miente
“A su lado descansa un saco de tela de esparto, grande y sucio. Una mano asoma del interior, una mano de dedos rotos, cubierta de sangre. La criatura le ha dicho que dentro está su padre, el mentiroso de su padre, y el niño tiene tanto miedo que no ha sido siquiera capaz de llorar.”
Cazador de mentiras
Cazador de mentiras
Apenas un par de posts más abajo hablé de La Silla, la primera novela publicada de David Jasso. Pues bien, en él hacía mención de manera superficial de su segunda novela, Cazador de mentiras, escrita junto al también escritor especializado en terror Santiago Eximeno. Han pasado unos cuantos días y ya me la he leído, y tal como dije en aquel post aquí os dejo mis impresiones; más que nada porque no deseo ver aparecer al Hombre del saco tras de mí.
Una cosa que España tiene en cantidad, aparte de bares, son pequeños pueblos. El hecho de que algunos se encuentren más apartados de las carreteras generales, más aislados por su inaccesible ubicación, provoca que a su alrededor se generen extrañas leyendas generalmente fruto del folclore popular. Pero en Certeza, lugar donde se desarrolla la trama, el folclore no es tal, ya que lo que acecha a sus habitantes es una leyenda real, una oscura maldición hecha realidad en tiempos inmemorables… “Algo habita en Certeza”, y no es precisamente algo bueno.
No voy a intentar venderos el libro, no es mi intención. Tampoco quiero que penséis que es una obra maestra indispensable en cualquier biblioteca particular. Pero aunque no han sido muchos los libros que últimamente he leído, la verdad es que pocos me han mantenido en la incertidumbre como lo ha hecho éste. Yo no diría que está lleno de intrigas, pero como dice el trailerbook, “algo vive en el bosque, algo oscurece su cielo”; tú lo sabes y ellos, aunque lo ignoren al principio, son empujados poco a poco a enterarse; y vaya si se enteran.
Muchas veces, cuando lees un libro o ves alguna película de este género, es fácil predecir lo que viene a continuación. Otras en cambio, sin ser fácil, yo apelo a esa enfermiza imaginación que tenemos los que de vez en cuando nos da por escribir terror y adivino, más que intuyo, lo que ocurrirá. Pues bien, en los diferentes entramados que acaban confluyendo en el pueblecito de Certeza, continuamente están ocurriendo pequeños giros que, si bien alguno sí adiviné, la mayoría me sorprendieron haciéndome la lectura mucho más interesante. Tampoco os voy a engañar, a mí todo lo que sea temática sobrenatural me atrae bastante y suelo rendirme fácilmente a ella, y el ser maligno de esta novela rezuma metafísica por los poros. Con cuatrocientas cuarenta y cuatro páginas es normal encontrarse con un buen número de personajes, pero te das cuenta que todos ellos encajan a la perfección dando lugar a una historia a la que ni le sobra ni le falta nada. Sí me ha ocurrido algo que pasa con cualquier libro que uno lea, y es que te encuentras comportamientos que en circunstancias concretas se escapan a tu lógica, pero en este caso han sido bien pocos, dotando de realidad unos hechos por otro lado irreales; aunque esta apreciación sólo entra en el ámbito de lo subjetivo.
Particularmente decir que me ha gustado más que La Silla, y aunque por su compenetración el profano no llegue a distinguir qué partes del texto tienen un claro sabor a Eximeno o a Jasso. Yo que he leído a los dos por separado creo haber distinguido partes de uno u otro, lo que en mi caso particular le ha añadido un interés extra.
Aquí os dejo ahora con una pequeña entrevista a uno de sus autores, David Jasso. En ella os explicará de qué va este libro y las claves para saber si os interesa o no. No es muy larga, así que si tenéis unos minutillos os recomiendo que escuchéis la presentación que de la novela hace uno de sus autores.
Y creedme, es una historia bastante entretenida… Yo no os mentiría.
Una cosa que España tiene en cantidad, aparte de bares, son pequeños pueblos. El hecho de que algunos se encuentren más apartados de las carreteras generales, más aislados por su inaccesible ubicación, provoca que a su alrededor se generen extrañas leyendas generalmente fruto del folclore popular. Pero en Certeza, lugar donde se desarrolla la trama, el folclore no es tal, ya que lo que acecha a sus habitantes es una leyenda real, una oscura maldición hecha realidad en tiempos inmemorables… “Algo habita en Certeza”, y no es precisamente algo bueno.
No voy a intentar venderos el libro, no es mi intención. Tampoco quiero que penséis que es una obra maestra indispensable en cualquier biblioteca particular. Pero aunque no han sido muchos los libros que últimamente he leído, la verdad es que pocos me han mantenido en la incertidumbre como lo ha hecho éste. Yo no diría que está lleno de intrigas, pero como dice el trailerbook, “algo vive en el bosque, algo oscurece su cielo”; tú lo sabes y ellos, aunque lo ignoren al principio, son empujados poco a poco a enterarse; y vaya si se enteran.
Muchas veces, cuando lees un libro o ves alguna película de este género, es fácil predecir lo que viene a continuación. Otras en cambio, sin ser fácil, yo apelo a esa enfermiza imaginación que tenemos los que de vez en cuando nos da por escribir terror y adivino, más que intuyo, lo que ocurrirá. Pues bien, en los diferentes entramados que acaban confluyendo en el pueblecito de Certeza, continuamente están ocurriendo pequeños giros que, si bien alguno sí adiviné, la mayoría me sorprendieron haciéndome la lectura mucho más interesante. Tampoco os voy a engañar, a mí todo lo que sea temática sobrenatural me atrae bastante y suelo rendirme fácilmente a ella, y el ser maligno de esta novela rezuma metafísica por los poros. Con cuatrocientas cuarenta y cuatro páginas es normal encontrarse con un buen número de personajes, pero te das cuenta que todos ellos encajan a la perfección dando lugar a una historia a la que ni le sobra ni le falta nada. Sí me ha ocurrido algo que pasa con cualquier libro que uno lea, y es que te encuentras comportamientos que en circunstancias concretas se escapan a tu lógica, pero en este caso han sido bien pocos, dotando de realidad unos hechos por otro lado irreales; aunque esta apreciación sólo entra en el ámbito de lo subjetivo.
Particularmente decir que me ha gustado más que La Silla, y aunque por su compenetración el profano no llegue a distinguir qué partes del texto tienen un claro sabor a Eximeno o a Jasso. Yo que he leído a los dos por separado creo haber distinguido partes de uno u otro, lo que en mi caso particular le ha añadido un interés extra.
Aquí os dejo ahora con una pequeña entrevista a uno de sus autores, David Jasso. En ella os explicará de qué va este libro y las claves para saber si os interesa o no. No es muy larga, así que si tenéis unos minutillos os recomiendo que escuchéis la presentación que de la novela hace uno de sus autores.
Y creedme, es una historia bastante entretenida… Yo no os mentiría.
Etiquetas: Libros