domingo, octubre 07, 2007

Un filete falso en el escenario


Variedad, variedad señores. No todo iba a ser cine, ciencia ficción, tortugas o trastos locos, en la viña del Señor hay cabida para todos y en El Desagüe también; hoy toca hablar de música. De acuerdo, la que hoy nos ocupa no es que sea de lo más conocida, pero para eso estamos aquí, para dar un empujoncito a este grupo y que llegue a los oídos de todo aquel que se pase por este blog.
Se llaman Faux Filet, al menos en su nueva etapa pues antes eran más conocidos como Panic Democracy o simplemente Panic. Un típico grupo nacido en la universidad y cuyas primeras andaduras se remontan al siglo pasado ¡Qué viejo suena! Quizá por ello les guste hacer ruido, mucho ruido, hasta que duelan los oídos. Hacen rock estilo años 70, pero como ellos dicen en su web “con algunas influencias más actuales”.
Faux Filet está compuesto por un trío de músicos: un vocal y guitarrista llamado Javi Mora; un bajista que hace los coros, Sergio Tur; y un batería también subido al tren de los coros, Javi de Andrés.
Sus canciones son totalmente cantadas en inglés, pero como toda excepción confirma una regla aquí no podía faltar ésta. Es nueva, recién salida del horno, calentita, calentita, y estrenada en un concierto que el pasado 25 de septiembre dieron en la sala El juglar de Madrid.
Alguna de sus otras canciones conectan mejor con su público (hay que darle tiempo, que sólo la han oído una vez), pero como yo soy muy malo en eso del inglés y prefiero las letras que puedo entender, aquí os dejo la de “Húmeda y podrida” junto con el vídeo de dicha actuación.
Espero que os guste y que os animéis a seguir la futura andadura de este grupo.

Húmeda y Podrida
(Javier Mora / Faux Filet)

No dudo por un instante tu origen naviero
Conozco todos tus naufragios
Eres una nave de cascos ligeros

Evocas presencias, espectros y barcos piratas
Y olor a puerto pesquero
Sin tocar la flauta te siguen las ratas
Madera de fantasmilla es lo que tienes

Húmeda y podrida
Eres una barca tocada y hundida

Dices que ties la cabeza llena muebles
Tus muebles están carcomidos
De todas las veces que has mentido

Bodegas, barriles, miles de botellas de vino
Tú no mejoras con los años
Ni a base de roble ni a base de pino
Madera de fantasmilla es lo que tienes

Húmeda y podrida
Como una barrica quebrada y roída

Tengo que reconocerte que tienes talento
Es sólo tu forma de usarlo
Como lo derrochas me pone violento

Te crees por lo menos que eres la reina del mambo
Atenta al siguiente naufragio
Tendrás mucha suerte si sales nadando
Madera de fantasmilla es lo que tienes

Húmeda y podrida
Como una manzana usada y roída

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lunes, octubre 01, 2007

Clásicos a lo grande

No hace mucho fue la llamada Noche en Blanco aquí, en Madrid; una noche cultural inventada por los parisinos y que más de una capital europea ha adoptado. El evento en cuestión consiste en cerrar al tráfico de coches varias calles céntricas para permitir la fluidez del contingente humano que esa noche se vuelca en las calles, y así poder asistir con total libertad a las expresiones culturales diseminadas por gran parte de la ciudad. Pues bien, como era de rigor, allí estuvimos.
Pero no, no os preocupéis que no voy a hablaros de lo que hicimos esa noche, de cómo fuimos de un lado a otro sin llegar a ver los espectáculos que queríamos, ni de cómo nos tragamos un vídeo experimental sin pies ni cabeza, o como el agua de lluvia nos “humedeció” en algunos momentos con su chirimiri…, no. Sólo quiero hablaros de un descubrimiento que para mí fue lo mejor de toda esa “fantástica” noche cultural, el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes.
Allí nos acoplamos para ver un bloque de cortometrajes de la ESCAC (Escuela Superior de Cinematografía y Audiovisuales de Cataluña) que a los tres que íbamos nos gustaron, y ya de paso, como ocurre en estos casos, me hice con un pequeño librito de la programación de Septiembre que no leí hasta un par de días más tarde; que acierto.
Resulta que cada mes, o eso me pareció entender, proyectan un pequeño número de títulos dentro de un ciclo sobre clásicos de la ciencia ficción. Y lo mejor de todo es que si lo leí el lunes 24, empezaba al día siguiente y se extendía durante otros dos días más; vamos, de coña.
Este mes proyectaban cuatro pelis que ya había visto, pero no es lo mismo la tele que un cine, en eso creo que estamos todos de acuerdo, y pese a ser subtituladas debo reconocer que ha sido toda una gozada.
Por incompatibilidades en el horario no pude ver El tiempo en sus manos, una verdadera pena porque la he visto varias veces y sí me hubiera gustado verla en pantalla grande; pero las otras tres sí las pude ver.
La humanidad en peligro, todo un clásico de los años cincuenta donde unas hormigas mutan como consecuencia de las pruebas nucleares hechas por los americanos en el desierto; como consecuencia de esta mutación alcanzan tamaños de entre tres metros (las obreras) a cinco (las reinas aladas). Decir que me gustó no sería una novedad, cuenta entre mis grabaciones. Pero sí me gustaría destacar la buena impresión que el blanco y negro de esa peli me causó, y es que de repente me di cuenta de los genios de la iluminación y la fotografía que por entonces ya había.

El hombre con rayos X en los ojos. Ray Milland es James Xavier (X, Xavier… ¿no os suena de nada?), un reputado doctor cuya curiosidad le impulsa a crear una droga que, administraba gota a gota en los ojos, le permite ver un amplio espectro de longitudes de onda. Esta peli era la que más difusa permanecía en mi memoria, sólo recordaba que iba de un doctor que veía a través de las cosas y de la impactante escena final, por eso verla ha sido casi como ver una película que no había visto.

El increíble hombre menguante. Muchos son los clásicos conocidos de la ciencia ficción, pero si alguno es conocido entre aficionados y no tan aficionados al género no es otro que este título. Hará un par de meses la grabé de la tele pero no la llegué a ver, así que la he disfrutado más ya que me ha pasado un poco como la del hombre de rayos X, aunque de ésta recordaba más cosas. Scott es un hombre felizmente casado al que una nube radioactiva le provoca, meses más tarde, una alteración en un insecticida con el que es accidentalmente rociado, actuando éste como catalizador en la mutación de su ADN. Vamos, una mala combinación de desgracias aisladas que le causa el efecto contrario a las hormigas de La humanidad en peligro; desde ese momento su cuerpo empieza a empequeñecerse sin que nada se pueda hacer por él. Decir que igual que el blanco y negro de las hormigas me gustó, éste me pareció mucho más normalito pese a ser una producción posterior.

Bueno, ojalá continúe el ciclo de ciencia ficción y este mes me sorprendan con nuevos títulos, yo estaré atento, y si alguno de los que me leéis disfrutáis con estos clásicos con efectos especiales de nailon y cartón también os aconsejo que lo estéis, pues es una experiencia que sólo se vive en contadas ocasiones.

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