sábado, noviembre 17, 2012

Manicomio, un circo maravillosamente siniestro

El circo ha cambiado, o al menos se ha ramificado, porque hace mucho que no veo yo a esos animalillos que bajo el látigo de un domador saltaban por el centro de un aro ardiendo o hacían equilibrios sobre un minúsculo taburete. El circo tradicional no ha desaparecido, esa es la verdad, pero a la gente cada vez le gusta más lo temático y menos el sentir esa vergüenza ajena que debían sufrir tanto leones, como tigres, o los incluso elefantes. El Circo del Sol es el más claro ejemplo de lo que digo, cambiaron animales por innovadoras acrobacias dentro de un entorno cuya temática marcaba claramente el hilo del espectáculo; crearon tendencia y ahora cada vez hay más circos temáticos y menos con animales.
El Circo de los horrores es una compañía dirigida por Suso Silva (maestro de ceremonia en la piel de Nosferatu) que tiene ya una larga andadura, pero ahora nos ha llegado con su segundo espectáculo, Manicomio, y es que si existe un lugar del que nadie se escapa de sentir un escalofrío y ponérsele la piel de gallina es, precisamente, un sanatorio mental.

Suso Silva caracterizado como el Nosferatu recluido en el Manicomio, ejerciendo como maestro de ceremonias y dedicándose un doble protagonismo ya que interpreta con un humor agudo, escatológico e irreverente al mítico... Bueno, esto os lo reservo para cuando vayáis a verlo.


En esta ocasión ha cambiado a los mostruos tradicionales y el terror gótico de la Hammer por una mezcla entre American Horror Story en su segunda temporada y la peli 13 Fantasmas, y en cuyo maniocomio podemos encontrar enfermos mentales cuyas habilidades suelen dejarnos con la boca abierta. Como buen circo no faltan los acróbatas, las equilibristas, payasos... Como buen manicomio no faltan los enfermos esquizofrénicos, los pacientes peligrosos, las enigmáticas enfermeras, e incluso alguna que otra niña internada... Si metes ambas cosas en una coctelera, lo agitas y vuelcas todo en la "arena" de una carpa, nos dan acróbatas esquizofrénicos, malabaristas majaretas perdidos, enfermeraras psicópatas y ninfómanas, siniestros payasos asesinos e incluso a Alicia en el país de la esquizofrenia, un repertorio que pese a lo bipolar de su naturaleza te hace pasar un par de horitas muy muy buenas.

Con la misma jaula que este fantasma de la peli 13 Fantasmas estaban caracterizado los dos ayudantes de Nosferatu, pierde cierta originalidad pero gana en ambientación, y eso es lo que mola.

Es un espectáculo más que aconsejable, no es caro (mis entradas no llegaron a los veinte euros cada una), se ve bastante bien y, eso sí, interactúan bastante con el público. Yo soy de aquellos que cuanto más lejos del espectáculo mejor, no porque quiera verlos chiquititos, sino porque eso de que te cojan y te saquen a la pista no lo llevo nada bien... Pues si tú eres de los míos tranquilo, puedes ir a verlo perfectamente siempre y cuando no te pongas en la primera fila, fila de sufridores. El resto de los asistentes "sólo" nos conformaremos con las perrerías que te pueden hacer antes de que empiece el show, ya que como ya es tradición en esta clase de espectáculos se pasean los artistas desempeñando su papel por entre el público para que la espera nos sea amena ¡Un detalle! A mí simplemente un doctor loco me intentó hacer una exploración rectal (¡Menos mal que llevaba un buen cinturón! Casi me deja en calzoncillos delante de la gente), una loca quiso que comiese mierda de un cucharón, otra se me sentó encima, un payaso loco me cubrió la cabeza con la capucha de lo que yo llevaba, me la bajó hasta las piernas y me hizo cosquillas en los costados, un par de enfermeras sexy me "inyectaron" algo (una casi me hace una traqueotomía), y eso solo a mí, a Sonia, aparte de "cambiarle" el peinado, una enfermera con agujas a modo de piercings hizo que le quitase una de la nariz ante la negativa de Sonia... Claro, cuando te amenazan con clavarte una aguja de diez centímetros le sacas lo que sea. Aun así, e incluso gracias a todo esto, pudimos disfrutar mucho más del espectáculo pues esos mismos que te hablaban y te "torturaban" eran los que posteriormente actuaban, y esa magia que crean te llena más pues tan solo un rato antes estaban ahí, contigo, haciéndote partícipe del show.

Si estás en primera fila te pueden pasar cosas como esta, que la lengua de Nosferatu se de un baboso banquete en tu calva... Ah, que no eres calvo y que por lo tanto te libras, tranquilo, no fue la única interacción con el público.

No son El Circo del Sol, pero si podéis yo os diría que os animéis a ir a verla, pasaréis un buen rato con su humor irreverente, sus asombrosas actuaciones y su loca ambientación.
Aquí os dejo algunas fotillos sacadas de internet (lógicamente no de podía hacer ni fotos ni grabar) y un vídeo de cuando se estrenó en Bilbao que presenta lo que es Manicomio y que tampoco desvela mucho de las actuaciones, para no romperos esa magia si vais... Nosferatu os espera, y las puertas de este manicomio no tardarán en cerrarse.

Damian, el tocólogo-proctólogo-ginecólogo loco fue quien me intentó bajar los pantalones después de inclinarme hacia adelante... Dentro de lo malo espero que se limitase a la "exploración". Su aparición fue inquietante, y su acercamiento a mí, más aun, pero luego actuó y era uno de los más simpáticos... y monísimo, según Sonia. 

¿Veis esas agujas en la cara de la sexy enfermera? ¡Pues estaban clavadas realmente y le hizo a Sonia quitarle una! 

Este loco pelirrojo hacía malavares con una infinidad de bolas, de hecho tocaba la batería con bastante soltura... ¡Sólo con las bolas! 

Las diosas... Lo siento pero no tienen otro nombre, tres sexys enfermeras rusas que hicieron las delicias de todos los allí presentes (sobre todo el sector masculino) con sus piruetas imposibles y sus equilibrios sensuales... Fuerza y belleza en tres cuerpos de mujer... Lo dicho, diosas.

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jueves, noviembre 01, 2012

Lo más típico en Halloween



Pues sí, lo más típico en Halloween, más incluso que el truco o trato, es hacer una bonita cabeza de calabaza. Sí, ya lo sé, que si es una tradición americana, que si aquí nunca se había celebrado Halloween, que si, que si... Bueno, y qué más da, lo importante es divertirse disfrazándose de bicho raro y adentrarse en las oscuras tripas de la fiesta de turno.
Pero no, al final no ha habido fiesta para mí, fiesta de disfraces al menos, y como hace unos días compramos una bonita calabaza para la ocasión, pues la noche del 31 de octubre la he dedicado a profanar vilmente tanto su textura externa como su interior y esculpir nuestra propia calabaza halloweenera.
Algo fácil, no muy complicado, pero dándole un toque, y éste consiste en dedicársela a Darkman, ese personaje de comic que se quema la cara con ácido y va por ahí vengándose de los malos con una venda en la cara...

Darkman, aparte del comic, vivió varias entregas en el cine; Liam Neeson le dió vida en la primera bajo la dirección de Sam Raimi, pero ni ésta, ni las siguientes fueron precisamente éxitos de taquilla.

Claro, ni mi calabaza iba a tener cuerpo donde poner una gabardina negra, ni sombrero si no quiero que salga ardiendo, así que tampoco se parecerá tanto, pero... Mejor vamos allá.
Lo primero es disponer de una hermosa calabaza sacrificable; si montas un desaguisao y todo se echa a perder no hay que tener remordimientos por la infeliz.

Acto seguido, y como mandan los cánones, se le levanta la tapa de los sesos...

Se vacía su interior hasta que quede todo bien limpito...


Ahora toca esculpirle la cara. Como es un personaje atormentado y que además debe dar miedo, le pondremos una cara de pocos amigos...

Hasta aquí sería lo normal, lo tradicional, pero nosotros vamos a personalizar la nuestra... Darkman, o en nuestro caso Darkpumpkin, nos aguarda.

¡¡¡Pero qué haces!!! ¡Ah, que es así! Que ahora hay que cargársela, pues nada nada, sigamos...

Le damos algo de textura "piel comida por el ácido" y luego un poco de color para resaltar los relieves...


Ahora le añadimos una venda que previamenete hemos impregnado en café...

Y aquí la tenemos ¡Nuestra calabaza customizada de Halloween!
Me recuerda más a los lagartos de V la verdad, pero la intención era que en esta noche de Halloween se viese desde fuera del patio unos ojos y una boca que no inviten precisamente a entrar, y si queréis ver el resultado tan sólo tenéis que ver la foto de cabecera de este post.
Mordiscos y pesadillas para todos, que esta noche el terror debe llamar a nuestra puerta y no debemos echar el pestillo.
Feliz y sangriento Halloween...

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