Hay que tener huevos
Hoy es domingo, nueve de septiembre del 2007, y ha ocurrido algo tan maravilloso como inquietante.
En este primer fin de semana post bajada lo que toca, como mandan los cánones, es un acondicionamiento casero de esos en los que hay que echarle un par de huevos. Para desbarajustar la casa a favor de mis intereses de las pinto solo; quito esto, quito lo otro, aparto esto y lo apaño en este otro lado, y como quien no quiere la cosa ya tengo un taller montado en el salón de casa.
El proceso inverso cuesta más, bastante más.
Ayer sábado le di un buen empujón, pero al igual que me pasaba con el cacharro, visualmente no se apreciaba el avance, así que hoy tocaba más de lo mismo. Como ayer no salimos en todo el día y nos apetecía que nos diese un poco el aire, esta mañana pensábamos darnos una vueltecita por el rastro y así llegar a casa con ánimos renovados para la poco motivadora labor de arreglar la casa. Pero ha ocurrido algo inesperado, y aquí nos encontramos sin salir de casa por el momento.
Hace siete años, y por aquello de que tenemos un patio majo, heredamos de casa de los padres de Sonia tres tortugas, cada cual procedente de una situación diferente y variopinta. En estos años hemos llegado a tener hasta seis. Dos pequeñitas las compramos en un acuario y no duraron más de un año, y una tercera aparecida en el césped de la urbanización, que aunque ya tocada (se había caído de un piso, además de ser mordida por un perro) hicimos por “adoptarla”; año y medio después se murió de una neumonía.
Total, siete años después continuamos con las tres primigenias del cambio de siglo.
Pero hoy una de ellas ha puesto ¡Siete huevos!
Ha ocurrido esta noche, y pensamos que por la actitud de la marrón en los últimos días ha sido ella la ponedora.
En este primer fin de semana post bajada lo que toca, como mandan los cánones, es un acondicionamiento casero de esos en los que hay que echarle un par de huevos. Para desbarajustar la casa a favor de mis intereses de las pinto solo; quito esto, quito lo otro, aparto esto y lo apaño en este otro lado, y como quien no quiere la cosa ya tengo un taller montado en el salón de casa.
El proceso inverso cuesta más, bastante más.
Ayer sábado le di un buen empujón, pero al igual que me pasaba con el cacharro, visualmente no se apreciaba el avance, así que hoy tocaba más de lo mismo. Como ayer no salimos en todo el día y nos apetecía que nos diese un poco el aire, esta mañana pensábamos darnos una vueltecita por el rastro y así llegar a casa con ánimos renovados para la poco motivadora labor de arreglar la casa. Pero ha ocurrido algo inesperado, y aquí nos encontramos sin salir de casa por el momento.
Hace siete años, y por aquello de que tenemos un patio majo, heredamos de casa de los padres de Sonia tres tortugas, cada cual procedente de una situación diferente y variopinta. En estos años hemos llegado a tener hasta seis. Dos pequeñitas las compramos en un acuario y no duraron más de un año, y una tercera aparecida en el césped de la urbanización, que aunque ya tocada (se había caído de un piso, además de ser mordida por un perro) hicimos por “adoptarla”; año y medio después se murió de una neumonía.
Total, siete años después continuamos con las tres primigenias del cambio de siglo.
Pero hoy una de ellas ha puesto ¡Siete huevos!
Ha ocurrido esta noche, y pensamos que por la actitud de la marrón en los últimos días ha sido ella la ponedora.
¡Y qué hacemos ahora?
De primeras, y como es domingo, hemos tirado de Internet y he acabado haciéndoles una incubadora tortuguil improvisada. No sabemos que haremos, si esperaremos los ocho a doce meses que pueden tardar en eclosionar o se los daremos a algún veterinario o a algún acuario. Por lo visto, de una camada de siete es probable que sólo dos o tres tiren hacia delante, y de ellos puede que uno llegue a sobrevivir; una pena, y algo que no nos apetece ver si te encariñas con ellos. Por otro lado tiene que estar bien eso de ayudar a las tortuguitas de tus tortugas abrirse a la vida… No sé, no sé, ya veremos, pues aunque nazca alguna la experiencia nos dice que las pequeñitas no tardan en morir.
De primeras, y como es domingo, hemos tirado de Internet y he acabado haciéndoles una incubadora tortuguil improvisada. No sabemos que haremos, si esperaremos los ocho a doce meses que pueden tardar en eclosionar o se los daremos a algún veterinario o a algún acuario. Por lo visto, de una camada de siete es probable que sólo dos o tres tiren hacia delante, y de ellos puede que uno llegue a sobrevivir; una pena, y algo que no nos apetece ver si te encariñas con ellos. Por otro lado tiene que estar bien eso de ayudar a las tortuguitas de tus tortugas abrirse a la vida… No sé, no sé, ya veremos, pues aunque nazca alguna la experiencia nos dice que las pequeñitas no tardan en morir.
Etiquetas: Cosas que ocurren
6 Comentarios:
Joooo, qué bonitooooo. Eso significa un montón de cosas, y no solo que, ejem... vais a ser papis. Eso significa que vuestras tortugas (aunque yo sigo creyendo que son galápagos, ¿no?) os han considerado aptos, personas de confianza, vaya... y han decidido darle alguna oportunidad a la vida tortuguil. Qué tiernoooooooo...
Ea, pues nada, pase lo que pase, enhorabuena porque ya es un milagro la experiencia que habéis vivido. Yo os animo a que continuéis y nos lo contéis. Si sale alguna pequeñaja adelante, estupendo, seguro que encuentra papis, y si no, mala suerte, pero al menos habréis vivido el milagro (o lo hasta donde pueda llegar este).
Qué suerte.
ENHORABUENA, PAPIIIISSS!! XDDDDDDD
Son dos de agua y una de tierra y lo que significa es que pobrecillas que inocentes son, con todo el tiempo que llevan en casa y todavia confian en nosotros, ;)
¡Uy, Pily! ¡Qué idílica eres! Yo creo que la pobre ya no tenía más remedio que soltarlos porque te aseguro que el suelo del baño no es esa tierra regada por el sol que necesitan para poner sus huevos. He estado leyendo un poco sobre esto y las condiciones eran de lo más inapropiadas, así que no creo que nos consideren "muy aptos" como papás.
Te digo una cosa, llevan siete años con nosotros y aún no sé si son galápagos o tortugas. De todas formas es complicado que tiren para adelante por el "trasiego" inicial al que los sometimos, pero ya te contaremos. De momento ya las hemos acondicionado un lugar y nos toca esperar a ver que pasa.
SONIA: No seas mala, que cuando ellas han criao, es por algo. XDDDDDDD
ORFI: No os quitéis méritos, si la cosa estaba tan chunga como dices, mejor me lo pone.
Si es que sois unos humanos taaaan, taaaan, entrañables. ;-)
Besillos a ambos, y suerte. Continuaré viendo qué sucede. Ojalá todo salga bien. :-)
Bueno, aceptaremos los ánimos, pero te aseguro que según hemos leído y según nos han dicho, las posibilidades son escasas.
Ahora sólo queda esperar a ver que pasa y mientras nos dedicaremos a otras cosas, que mi cabeza está empezando a bullir con diferentes asuntos y me quiero enganchar a uno de ellos a la de ya.
Por fin veo a las ansiadas pro-tortuguitas...son una pasada!!!!!
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