sábado, marzo 07, 2009

El hombre divergente

Portada de la antología escrita por Marc R. Soto, prologada por Elía Barceló, y editada por Grupo Ajec
Dar la opinión sobre una antología de relatos puede llegar a ser complicado. El hecho de estar constituida por varias obras breves puede hacer que te encuentras con algunas que te gusten mucho y con otras que, bueno, quizá no tanto.
No había leído mucho de Marc R. Soto, el autor de El hombre divergente, pero cuando en las estanterías de la Fnac encontré por casualidad esta recopilación no lo dudé ni un momento… Bueno, uno sí porque soy muy indeciso, pero me atraía la idea de esta recopilación de relatos de terror, y acabé haciéndome con ella.
Elía Barceló nos dice en el prólogo del libro: “… un puñado de historias concebidas como fix-up, es decir, interrelacionadas, que se van ajustando entre sí hasta dar una imagen global cuando se cierra el libro… //… el relato que abre el volumen parece terminar de un modo absurdo, como si de pronto al autor se le hubieran acabado el papel o las ideas; sigan leyendo y todo se cerrará satisfactoriamente al final”. Bien, pues yo creo que el autor escribió los relatos de forma independiente, al menos en su mayoría, y luego creó una historia, reflejada tanto en el primer como último relato, como hilo conductor de la antología; un notable esfuerzo que le ha quedado bastante interesante desde mi punto de vista. ¿Y de qué va este hilo conductor? Como indica el título se trata de un hombre que diverge de una corriente principal, en este caso diverge de su propio universo solapándose con otros paralelos, lo que le lleva a vivir intensos e incoherentes momentos; unas veces estos son agradables, pero otras veces terroríficos y abominables. En cada una de las historias, existen ciertos instantes en que el protagonista vive en el cuerpo de otras personas unos fragmentos de su vida, algo que con ayuda especializada intentará comprender para así ponerles fin y recuperar el orden natural de su propia existencia.
Los relatos quedan complementados con una novela corta, algo frecuente en este tipo de antologías, llamada Mosquitos; una forma original de tratar el mito vampírico tan al uso en el género de terror. Pero éste no es el único tema que se toca en el libro, pues entre sus páginas podemos encontrar relatos que hablan sobre zombies (Volverás), que tocan las oscuras artes del budú (Los muertos no caminan), que nos presentan a extraños demonios urbanitas (Ratas), aberraciones naturales que parecen ser sacadas de la película Perdidos en el espacio (37 Arañas), venganzas naturales (Permutación), y hasta la máxima expresión de algunos curiosos miedos interiores (Sushi y Regreso al bosque). Pero pese a los toques fantásticos, básicamente todas esas historias reflejan la conducta humana ante situaciones inverosímiles que, a veces, nos pueden ocurrir.
No esperéis encontraros unas historias clásicas de terror, pues no lo son. Es más, yo las suavizaría un poco pues reconozco que no me han hecho pasar miedo, más bien lo que prefiero destacar de ellas es lo original de algunas de sus ideas lo que me ha resultado curioso de leer. Eso sí, creo que es una lectura altamente recomendable si lo tuyo son las historias de miedo ligero, perfectamente narradas antes de apagar la luz y adentrarte en las tinieblas de la noche.

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2 Comentarios:

At 12 marzo, 2009 00:05, Anonymous Anónimo dijo...

paso de tu post chaval lo que pasa es que he visto que era el primero y quería contestar. por cierto recibí tu mensaje y tal.dale un beso a Sonia. soy el primero, soy el primero na, na , na soy el primero allam de first.

 
At 12 marzo, 2009 19:33, Blogger Orfideon dijo...

Yes, you are the first... ¡Pero eso no cuesta mucho en este blog! Al menos sé que de vez en cuando se pasa gente, y eso ya es algo. La verdad es que puede parecer poco interesante últimamente, pero tampoco hago nada fuera de lo habitual, así que me apaño con lo que tengo.
Te tengo que llamar un día de estos para charlar un rato, que el mensaje me supo a poco. Le daré el beso a la moza de tu parte, y tú dales a las tuyas otros tantos de la mía ;-)
Y como se dice... patadas al perro y un abrazo a los amos...

 

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