miércoles, junio 21, 2006

La conjunción de los elementos

El pasado sábado, el programa de la SER Los 40 principales celebró su cuarenta aniversario con un macro concierto en el que reunieron a los artistas más destacados del panorama español de los últimos tiempos. Nos hubiese gustado haber asistido pues era una ocasión única, y oye, de paso revivir de esta manera aquel otro macro concierto que también hicieron para su veinticinco aniversario, hace ahora quince añitos, en el que me lo pasé de locura, bailando al ritmo de los artistas punteros por aquel entonces y desparramando como ninguno en la tierra en que se asentaba el escenario.
Mi memoria es frágil, siempre lo he dicho, y la verdad es que me cuesta recordar gran parte de aquellos acontecimientos. Sí recuerdo, en cambio, que tocó La Unión. También recuerdo que El Último de la Fila cantó esas canciones que a mí me llegaron con retraso, y como no, recuerdo el grupo más esperado, el que en aquel momento se llevaba el gato al agua, aquel al que principalmente yo había ido a ver; Los Héroes del Silencio. En aquella época aún no estaba con Sonia, así que se libra de que la incluya en esto, pero sí podría meter a algunos amiguetes que cansados por lo extenso del concierto querían irse a mediados de la actuación de los Héroes… ¿Cómo? De eso ni hablar, yo había ido a verles a ellos y de allí no nos movimos ninguno; bueno, yo sí, pues no paré de cantar, bailar y brincar hasta que pusieron el colofón a su espectacular actuación.
Debería aclarar que en mi juventud siempre he sido de bailar, que no es lo mismo que bailar bien, pero el que alguien se mueva mucho atrae más que el que está de pie todo estático con el cubatilla en la mano, y por eso llamaba la atención del personal… Pues imaginaros en un concierto.
Con el paso de los años, el aumento de kilos, esos dolores que curiosamente antes no tenías, la falta de forma física y el amodorramiento en general, aquello del “bailongueo” se ha perdido bastante, que le vamos a hacer; pero si vamos de concierto, hay que entregarse plenamente para disfrutarlo al máximo.
La razón que impidió que fuésemos al macro concierto de los cuarenta fue la coincidencia de otro concierto; fuimos a ver a OBK.
Bien, aquí es donde me toca defenderles de los muchos detractores que tienen. No sé lo que pensaréis de su música, puede que la creáis ñoña por sus letras románticas o simplemente que no son buenos por empezar siendo un grupo para quinceañeras. Reconozco que de ellos sólo conocía algunas canciones, esas que más asiduamente sonaban en la radio y que incluso llegaban a ser éxitos comerciales; pero a finales del septiembre pasado, ese escaso conocimiento dio un soberano giro. Sonia llevaba todo el verano con la idea de comprarse un recopilatorio pues le apetecía tener algo de ellos; ella los conocía algo más que yo; además no hacía mucho nos habían dejado un CD de ellos y eso también influyó. Pero no, no fue al final el recopilatorio lo primero que llegó.
A través del periódico Qué! conseguimos unas invitaciones gratuitas para verles en el teatro Lope de Vega durante la presentación de su último disco, feeling, así que un par de días antes del concierto nos lo compramos (por aquello de que te sonasen algunas canciones) y para allá que fuimos.
Entonces nos sorprendió.
Pese a ser teatro, no permanecimos quietos ni sentados en ningún momento. El directo que tienen, pese al romanticismo de la mayoría de las canciones, era leñero; nos provocó, nos invitó, y nos obligó a bailar y saltar a ritmo de su música. Cuando acabó el concierto, los afortunados ganadores nos pudimos reunir con ellos para charlar brevemente (éramos unos cuarenta), hacernos unas fotos (no llevábamos cámara ¡Mierda!) y aprovechar para que nos firmasen los CDs; el hecho de que se mostrasen disponibles y simpáticos tuvo bastante que ver con la incondicionalidad que desde ese día le mostramos. A partir de ahí nos hicimos con toda su discografía y vamos a todos sus conciertos siempre y cuando podamos; el del sábado fue el tercero al que vamos y el tercero que no nos cuesta un duro de entrada.
Cuando vas a un pasaje del terror, donde actores disfrazados intentan asustar a incrédulos visitantes, sueles hacerlo con mentalidad participativa. Esto quiere decir que corres cuando todos corren, gritas y te asustas cuando te intentan asustar, y te agarras a la pareja diciendo “Ay, ay, ay… Tú no me sueltes, tú quédate aquí bien arrimadita”. Lo hacemos así aun sabiendo que no te va a pasar nada y que difícilmente la chica disfrazada de El exorcista te va a asustar de verdad; pero oye, si no es así qué gracia tiene. Pues con un concierto pasa lo mismo, puedes pensar que desde el punto de vista de un observador externo, el ver a un tío de casi cuarenta tacos saltar y gritar como un poseso mientras canta canciones sabidas a medias puede parecer extraño, rozando el ridículo. Pero como he dicho, si vas a un concierto vas mentalizado a pasarlo bien y a ser participativo, y eso fue en resumidas cuentas lo que hicimos.
Torrejón y sus fiestas fueron nuestros anfitriones y a quienes les debemos el disfrute. Durante el día había llovido y por lo tanto los charcos y barrizales hacían notar su presencia, pero eso no consiguió enturbiar unas fiestas llena de casetas de peñas, con la música a todo trapo, y montones de atracciones de feria. Yo estuve de antojo, lo reconozco, pero cuando vi el “Castillo Diabólico” me entraron unas ganas tremendas de ver su interior, pues creo que desde pequeño no montaba en algo parecido. Se trata de la típica atracción de un trenecito que te lleva por el terrorífico interior de un castillo… Bueno, algo decepcionante; pero eran feriantes así que creo que no se les puede pedir más. Tras un algodón de azúcar compartido nos fuimos de cabeza al concierto. Nos tocó esperar un poco pues llegamos con algo de tiempo para coger un buen sitio, ya que no sólo se trata de escucharles en directo sino también de verlos, sentirlos cerca, cuanto más mejor… También así salen mejores las fotos, todo hay que decirlo. Todo el recinto acabó llenándose, y sobre las once menos cuarto un humo tras los instrumentos a contraluz daba paso al espectáculo.
Genial, que voy a decir yo. Saltamos, cantamos, gritamos y bailamos en el poco espacio que te dejaban los demás, pero eso era lo de menos, nos lo estábamos pasando estupendamente y fue entonces, a mitad del concierto, cuando ocurrió.
El recinto ferial de Torrejón es, obviamente, un espacio al aire libre, y salvo el escenario todo lo demás se disfrutaba bajo el cielo nocturno y el resguardo que él nos quisiera brindar… Él, el cielo, porque las nubes en claro desacuerdo rompieron a llorar de rabia y empezó a llover; lo esperado pero no deseado estaba ocurriendo. ¿Qué hacer en una situación así? Algunos previsores sacaron sus paraguas entorpeciendo la visión de los que tenían detrás… ¡Joder! ¡Qué sólo es lluvia de verano! Cuanto más llovía, más bailábamos y más nos empapábamos. Cantábamos y saltábamos en medio del barrizal que bajo nuestros pies se formaba; calándonos poco a poco nos sentíamos felices, nos sentíamos vivos, y eso era algo que tanto Jordi y Miguel, como el resto de los que les acompañaban en el grupo, supieron apreciar dándolo todo en un escenario que hacía aguas y calaba (algo menos que a nosotros, todo hay que decirlo) a los propios artistas.
Los cuatro elementos de la naturaleza encontraron su conjunción el sábado por la noche en Torrejón. El agua que cayó nos invitaba vanamente a un recogimiento forzado mientras que la tierra, compinchada con la primera, se convertía en un barro incómodo y aprisionador que poco pudo hacer ante los miles de saltos que allí se dieron. El viento, en forma de malévola brisa, también sopló intentando enfriar nuestros mojados cuerpos. Pero ninguno de los tres elementos pudo competir con el cuarto, ese fuego que puso OBK en su actuación y que impregnó de ardor y pasión a todos aquellos que allí no paramos, encontrando el calor supremo en el infierno que su Lucifer atrajo en apoteósico final. Aire, Tierra, Agua, Fuego… y un concierto desafiante.
Finalmente acabó el espectáculo, se apagaron las luces, dejó de llover y nos planteamos qué hacer a las doce y media de la noche; empapados y con las zapatillas embarradas; cogimos el coche y nos fuimos a tomar algo al centro de Madrid, pues la excitación del concierto no debía desaparecer regresando a casa.
Ya estamos oficialmente en verano. Durante estos meses habrá más conciertos de OBK que, aun siendo la mayoría fuera de Madrid, esperamos poder disfrutar de alguno de ellos (siempre es un buen motivo para una salidita). Perdonaremos el agua, el aire y la tierra, porque sabemos que al final del viaje nos recibirá ese fuego que buscamos, que nos calentará y hará que de nuevo nos sintamos vivos saltando y cantando como lo hicimos el sábado.
Lucifer, espéranos donde estés, que al alba bailaremos a tu son.

12 Comentarios:

At 21 junio, 2006 18:18, Blogger Orfideon dijo...

Parece que como nadie deja comentarios tengo que ponerlos yo mismo... Que no, que no; lo que pasa es que sigo sin poder subir fotos, ni desde casa ni desde el curro (no sé por qué narices pasa ahora), así que como tenía tres bonitas fotos para ilustrar este post, pues que sepáis que si alguna vez puedo las subiré; pero es que una vez escrito no quería dejar pasar mucho tiempo antes de publicarlo.
Gracias por vuestra comprensión ;-]

 
At 21 junio, 2006 19:08, Blogger escritor1 dijo...

¿No será que tus fotos son de un Tamaño Enooooorme? A mí normalmente la extensión JPEG y en tamaño medio suele funcionarme. Es un consejo de alguien que no sabe, pero en fín...

 
At 21 junio, 2006 19:11, Blogger escritor1 dijo...

Y llámame raro, pero a mí los OBK me gustan. No soy lo que se dice un fan suyo, pero no están mal del todo. Un poco repetitivos, eso sí.

 
At 21 junio, 2006 19:21, Anonymous Anónimo dijo...

Chico esta vez te has salido, es el mejor post tuyo que he leído. Cuando quieres estas de un inspirado que te sales. Reconozco que el tema me llega al alma pero es que has estado de un poético que ni el mismísimo Gala lo habría hecho mejor. Te quiero.

 
At 21 junio, 2006 23:57, Anonymous Anónimo dijo...

¿Así que los Héroes del Silencio, eeeehhhh? Pos a mí también me encantaban. ;-)

Y sobre los OBK, poco qué decir, no son la caña, pero tampoco me desagradan. Desde luego, lo que sí que es cierto es que me traen muchos recuerdos de mis años de juventú. ;-P

 
At 22 junio, 2006 08:38, Blogger Orfideon dijo...

Number one, he reducido el tamaño hasta casi la mínima expresión, lo he intentado con todas las opciones y combinaciones posibles, a todas las horas, desde casa, desde el curro, desde una carpeta, desde un pen drive, a un post nuevo sólo con la foto, y nada... Bueno, te confieso que ayer conseguí subir en pequeño a un post nuevo una de ellas (del primer post), lo intenté con tamaño medio y también subió, seleccioné la pequeña para borrarla ¡Y se me borraron las dos! Después de eso sigue sin dejarme; lo dicho, un desastre y un negao.
Puede que sí sean algo repetitivos, pero cuando te toca la cabezonería de la incondicionalidad, ya te da lo mismo.

 
At 22 junio, 2006 09:12, Blogger Orfideon dijo...

Sonia, tú lo has dicho, la cosa te llega al alma, te pilla tan de cerca que es normal que te guste, reconoces como vivencias propias lo que otro ha escrito y eso te hace subjetiva. Eso no indica que no me alegre de que te guste algo de lo que escribo, yo encantado... ¡Para una vez que no me pones peros no lo voy a fastidiar ahora!
Además, al menos tú sí has visto las fotos ;-)
Yo también te quiero.

Pily, Pily, Pily... No te hacía tan pronto por aquí después de tu último post, pero me alegro un montón. Pues sí, tuve un enganche con los Héroes que no veas, el mejor concierto (de los que fui, claro) fue el que dio en el Palacio de los Deportes a primeros de los noventa con su Senderos de traición, fue una pasada, sobre todo el inicio con ese peaso ventilador y los primeros acordes de Entre dos tierras. En fin, lástima de grupo, fue bueno mientras duró.
Sobre OBK ya has leído, hasta hace unos pocos meses tampoco los seguía. Pero al coincidir con que ahora salimos más se han vuelto característicos de esta época nuestra, al igual que Javier Álvarez... Cosas que pasan.

 
At 22 junio, 2006 20:25, Blogger escritor1 dijo...

¡Ay, abuelitos Pily y Rafa! Me da pena leer que se os han pasado ya los años mozos y sois unos carrozones aburridos. Yo, como todavía soy joven y encima soy un tronera (que se dice por aquí de los juerguistas) ya os iré contando la actualidad antes de que os ataque el Alzheimer. Ahora mismo hay por la radio unos chicos mu majos que se llaman los Pecos y pronto van a venir unos ingleses que arrasan: los Rolling Stones, además de cierto tipo que dicen es una maravilla: Bruce Springteen.
Ale, ya estáis al día, jejeje.

 
At 22 junio, 2006 22:29, Anonymous Anónimo dijo...

Rafa:

Yo también estuve en ese concierto de los Héroes. Cómo molo!! :-)

Escritor 1: (Guasón)

Que sepas que para lo del Alzheimer ya llegas tarde. Y los Pecos ya empiezan a sonarme, así que... también llegaste tarde. XDDDDDDDDD

PD: Rafa, ayer me presenté en todos los blogs porque me sabía mal no saber nada de mis amigos. ;-)

 
At 23 junio, 2006 09:59, Blogger Orfideon dijo...

¡¡¡ Jodeeeeerrrr, los Pecos!!!! Recuerdo que a mi hermana le gustaba mucho, como en su tiempo a casi todas, y claro, yo me sabía prácticamente todas sus canciones a base de oirlas en casa; fíjate tú ¡Qué de tiempo hace!
En cambio a esos Rolling y al Springteen ese... Uhmm, como que no, que no me suenan de nada... ¿Que dices, que empiezan ahora?

Pues Pily, fíjate lo que son las cosas, compartiendo conciertos y nosotros sin enterarnos... ¡Heeeeroes! ¡Heeeeroes!
Pues como te hayas pasado por tooooodoooos los blog que cuelgan del tuyo, no me extraña que necesites tiempo para ti y tus otras cosas; bueno, se agradece esa pasadita de vez en cuando, un besote y hasta la próxima.

 
At 24 junio, 2006 12:20, Anonymous Anónimo dijo...

Si señor, estoy de acuerdo con Sonia, está muy bien escrito.

Yo también he sido fan de los OBK, sobre todo al inicio,el tecno se llevaba mucho en mi época (creo que aquí hay proliferación de agüelitos) y siempre fue uno de mis grupos preferidos.

De hecho tengo un autógrafo que alguien, muy cariñosamente, me hizo llegar.

También tengo que decir que estuve en el concierto de los 25 años de los 40. Nunca he sido muy conciertera...cómo era eso...tronera...nooo, soy mas bien tranquilita y la gente, el ruido, el descontrol, me va pero solo un poquito.

De ese concierto recuerdo poco, que se me hizo largo, que yo era joven, que tenía novio (qué tiempos aquellos) y que fui con una amiga a la que hace años no veo. Es decir, el paso del tiempo es (y no me voy a poner filosófica) acojonante.

Para ser una agüelita, no obstante, ayer estuve de concierto. Con Los Ronaldos.

Un concierto de pueblo, más reducido de gente y tiempo, sí soy capaz de asimilarlo, y a pesar de no ser de mis grupos preferidos, sonaron muy bien en directo.

Para quien se anime, el domingo tocan en Tres Cantos, Chambao, ahora eso sí, a las doce de la noche.

 
At 26 junio, 2006 08:44, Blogger Orfideon dijo...

Bueno, al final me lo creeré y todo.
Lo del 25 aniversario de los 40 es normal, fue hace mucho, había muchos grupos y fue muy, muy largo; todos acabamos cansado aunque aguantásemos hasta el final.
Ya puedes ver un par de fotillos del concierto, aunque creo que tú en eso ya llevas ventaja.
Así que los Ronaldos... Sí, ya me acuerdo que me lo comentaste, pero la verdad es que se me olvidó por completo y además el sábado estuvimos todo el día fuera. Ayer no salimos, había que descansar un poco y no minar más nuestros recursos económicos que se encuentran bajo mínimos... ¡Menos mal que cobramos esta semana! ¡¡¡Bieeeeennnn!!!
Por cierto, me alegra verte otra vez por aquí.

 

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