En la estela de Estela
De vez en cuando me engancho a algo y no lo suelto hasta que estoy saciado de ello. Así dicho puede sonar desde algo erótico hasta que soy un cabezota; pero no, no se trata de nada de eso. Como he comentado en alguna ocasión soy una persona inconstante por lo que desgraciadamente funciono por rachas. En alguna leo, en otra dibujo pero dejo de leer, después me da por las series y me olvido del dibujo, que si ahora escribo, que si en esta otra me da por los disfraces y el maquillaje de caracterización, etc., todo ello por rachas, desde el principio de la inspiración hasta la pérdida de ésta. Raramente me aparecen solapadas, salvo en pequeños períodos de transición que me llevan a concentrarme en el nuevo tema; hace poco tuve una de esas rachillas.
Dando una vuelta por la Fnac (que raro, verdad) tuve la grata sorpresa, más que nada por lo inesperado del hallazgo, de toparme con el número nueve de Estela. Para los que no estéis muy al tanto del panorama editorial de los diálogos en bocadillos deciros que se trata de una colección de comics de origen francés (obviamente aquí bien traduciditos), de ciencia ficción pura y mucha cacharrería. A Jean David Morvan le debemos la creación del personaje principal y el guión de las aventuras que número tras número vive. A Philippe Buchet le debemos un dibujo detallista al máximo sin salirse de un estilo clásico, sabiendo plasmar como nadie el aspecto y las emociones no sólo de la protagonista, sino del resto del plantel que la acompaña; y eso que el más normal es un clon puro músculo y poc…, no éste es especial, uno entre mil, ¡éste si llega a tener cerebro y buen corazón!
Dando una vuelta por la Fnac (que raro, verdad) tuve la grata sorpresa, más que nada por lo inesperado del hallazgo, de toparme con el número nueve de Estela. Para los que no estéis muy al tanto del panorama editorial de los diálogos en bocadillos deciros que se trata de una colección de comics de origen francés (obviamente aquí bien traduciditos), de ciencia ficción pura y mucha cacharrería. A Jean David Morvan le debemos la creación del personaje principal y el guión de las aventuras que número tras número vive. A Philippe Buchet le debemos un dibujo detallista al máximo sin salirse de un estilo clásico, sabiendo plasmar como nadie el aspecto y las emociones no sólo de la protagonista, sino del resto del plantel que la acompaña; y eso que el más normal es un clon puro músculo y poc…, no éste es especial, uno entre mil, ¡éste si llega a tener cerebro y buen corazón!
Estela es un convoy de miles de naves y un sin fin de especies que surca el universo en busca de planetas que colonizar. En su incesante búsqueda recalan en un planeta virgen, lleno de junglas tropicales y fauna animal, pero sin rastro de vida inteligente, al menos según sus criterios. Ante la sorpresa de los dirigentes de Estela, encuentran algo que jamás habían visto: un ser humano, una hembra…, encuentran a Navis.
Como única superviviente de una nave que “naufragó” en el planeta, esta joven con ambos pies en la adolescencia fue criada al principio por un robot que cubría todas sus necesidades. Cuando éste dejó de funcionar, Navis encontró en la selva un hogar en el que crecer; fue su campo de juegos y un lugar en el que encontrar tanto a amigos como enemigos… Una fierecilla salvaje de espíritu indomable, así es Navis. Pero apareció Estela y fue arrancada de ese hogar por un supuesto beneficio para ambos.
Entre otras cosas Navis es especial por no ser telépata. Esto puede parecer una desventaja a priori, pero en una comunidad en que todos, absolutamente todos pueden leer los pensamientos de los demás, el no ser telépata te hace totalmente inescrutable a los sondeos mentales, y esto constituye para los dirigentes una ventaja estratégica enorme.
En Estela no escasean los conflictos de naturaleza, digamos, delicada, por lo que Navis es entrenada como agente especial de la Constituyente dadas sus características; eso sí, es humana, es joven y es mujer, así que para ella no existen normas a la hora de mediar en tales conflictos.
Como veis es bastante interesante para alguien que le guste la ciencia ficción y adore la cacharrería (naves, estructuras metálicas y robotijos varios). También ocurre como en todo, pues algunas historias son más ligeras que otras, pero aun así yo le doy un notable como nota general (y siempre teniendo en cuenta que se trata más de una publicación juvenil que de un cómic para adultos, por mucho que salga en tetas en un par de aventuras).
En Estela no escasean los conflictos de naturaleza, digamos, delicada, por lo que Navis es entrenada como agente especial de la Constituyente dadas sus características; eso sí, es humana, es joven y es mujer, así que para ella no existen normas a la hora de mediar en tales conflictos.
Como veis es bastante interesante para alguien que le guste la ciencia ficción y adore la cacharrería (naves, estructuras metálicas y robotijos varios). También ocurre como en todo, pues algunas historias son más ligeras que otras, pero aun así yo le doy un notable como nota general (y siempre teniendo en cuenta que se trata más de una publicación juvenil que de un cómic para adultos, por mucho que salga en tetas en un par de aventuras).
Pero… ¿Por qué ha sido una sorpresa encontrar el número nueve? Tras los ochos álbumes se empezó a editar una colección, precuela de Estela, llamada Navis. Como imagináis son las aventuras infantiles de la moza en el planeta jungla, y por eso creí que era el final de Estela; está claro que me equivoqué. Es más, en la Fnac he visto recientemente el número diez en francés, por lo que mi preocupación no tenía base pues la colección continúa.
Ahora he acabado de releerme toda la colección y no he podido resistirme a “robar” una imagen de la rebelde Navis, eso sí, en un triste momento para ella.
Espero que os guste.
Ahora he acabado de releerme toda la colección y no he podido resistirme a “robar” una imagen de la rebelde Navis, eso sí, en un triste momento para ella.
Espero que os guste.
2 Comentarios:
Amos que con todos los dibus que hay tenia que coger el de menuda carita tiene la pobre.
Ale, a dibujar otro ;)
Besitos
Tus deseos son órdenes...
Publicar un comentario
<< Home