lunes, febrero 04, 2008

El muerto contentillo

Anita con su pingüino de peluche en una mano y su Browning en la otra... ¡Esa es mi chica!
Mi Anita ha vuelto, y lo ha hecho con una historia llena de acción, de pringosas vísceras, de miembros amputados, de muertos levantados y sobre todo de poder, mucho poder.
Y es que la segunda entrega de las aventuras de esta menuda cazavampiros llamada Anita Blake trata sobre todo de una lucha de poderes: el poder del vudú, el poder del maestro vampiro amo de la ciudad, y el poder del dinero y la ambición.
Tras un año de espera le pude echar por fin el lazo a El Cadáver Alegre, la nueva entrega de nuestra ejecutora preferida (título ex aequo junto a Buffy) en la que la pobre chica lo pasa mal, pero MAL con mayúsculas. Había oído comentarios de que con el paso de los títulos de la saga, quince entregas hasta la fecha, tanto la violencia como el sexo se iba recrudeciendo y haciéndose más patente respectivamente; pues bien, ese pasito adelante se ha notado, sobre todo en lo primero.
Pero como no me quiero repetir en poneros al corriente de quién y qué es Anita, os invito a que le echéis un vistazo al comentario sobre Placeres Prohibidos que hice en su día en este blog.
Bien, ¿ya habéis recordado? Entonces podemos seguir.
Con El Cadáver Alegre me ha pasado un tanto de lo mismo que con la primera entrega; sin llegar a apasionarme me ha gustado bastante. Y es que no podemos negar que es entretenida, pues al entramado de intrigas y despropósitos se le une un ritmo de acontecimientos que no le concede un momento de respiro a nuestra protagonista en sus 293 páginas: engancha, y por lo tanto se lee bien.
A diferencia del primero e igual que ocurre en la serie Buffy, no siempre el enemigo a batir es un vampiro; salen, cierto, pero existen otros seres que pueden alterar las tranquilas noches de San Luis.
Anita es una reanimadora, eso quiere decir que levanta muertos de sus tumbas para que acaben siendo simples zombis a las órdenes de quien tenga suficiente dinero para pagárselo; se trata simplemente de un trabajo más. Al igual que ella hay más reanimadores dotados del mismo don, gente a la que la legalización del vampirismo y demás asuntos sobrenaturales les han provisto de un oficio ¿Honrado? Pero no siempre las cosas acaban como uno espera, es más, a veces todo se complica demasiado; eso, precisamente, es lo que ocurre en esta ocasión.
En la trama no podía faltar la enigmática y sexy figura de Jean-Claude, un caso del Angel spin-off de Buffy que como tal posee un interés especial por la cazadora; interés que ella rechaza aunque, como dice… “Por muy vampiro que sea, tiene un culo que no está nada mal”…, en fin. Primer título de la saga Archivos vampíricos
Ahora toca esperar al Circo de los Malditos, la tercera entrega prevista y que presumiblemente saldrá a finales de este año. Por suerte la temática vampírica parece estar de moda, así que mientras disfrutaremos de otras “experiencias” vampíricas que podemos tener a nuestro alcance. Entre los libros encontramos Archivos vampíricos, una saga creada por P. N. Elrod; la trilogía de Stephenie Meyer, Crepúsculo, Luna Nueva y Eclipse; Tierra de vampiros de John Marks, y varias reediciones del clásico entre los clásicos Drácula, de Bram Stoker. De la mano del cine podemos saciar nuestra sed con La criatura perfecta, 30 Días de oscuridad, y el futuro estreno de la tercera parte de la trilogía Underworld. Con series como Blade, Blood ties (SciFi y Calle 13 respectivamente), y algunos episodios de Sobrenatural, acabaría una aproximación del panorama actual.
De momento me engancharé a una antología editada por Abraxas llamada Sangre y Rosas… ¿A que no os podéis imaginar la temática de los cuentos?

Etiquetas: