Temores nocturnos
El sueño es perezoso, se retrasa mientras observas en la oscuridad sombras que se desplazan ante tu ciega mirada. Te estremeces al pensar en horrores sólo creados por tu imaginación; te encojes, quizá así te sientas a salvo…, que ingenua. Intentas relajarte, lo consigues. Sabes que es imposible, que sólo existen en tú cabeza, y maldices a aquellos escritores que alimentan tu imaginación y provocan tus pesadillas. Intentas razonar lo irracional, sabes que de darse el caso no tendrías miedo; su mente es dominante y su beso… suave narcótico. Te vuelves a estremecer, pero esta vez no es por el miedo. Aceptas su delicada caricia con excitación, el roce de la muerte es bello y bienvenido, como si del más lujurioso de los amantes se tratase. Entonces reconoces el extremo placer de su mente mancillando tu ser, sientes el deleite cuando sus dientes violan tu cuerpo, y sabes que éste es el fin… Sí, es el fin, pero es que es un final tan dulce.
Micro relatos anteriores:
Una calabaza para Halloween
Mi refugio en la sierra
La psicofonía
Poético final
Próximo micro relato:
X 1 Angustia
10 Comentarios:
¿Final dulce? ¿Acaso el vampiro era diabético? :-)
¡Muy bueno, Rafa! Eres como el buen coñac: mejoras por momentos...
Si nos ponemos asi, yo me dejo ehhh!!!!
Number one, ¡qué equivocado estás! Temores nocturnos fue el primero que escribí, si te ha parecido de los mejores que has leído quiere decir que empeoro por momentos... de todas formas se agradece el cumplido.
Mala suerte Sonia, yo de vampiro tengo poco, y como me ponga a pegarte mordiscos me parezco más al hombre-lobo, desgarrando el cuello a lo bestia, y eso de excitante y embriagador tiene poco... al menos para ti, je, je
¿En que estaria yo pensando? si estamos en halloween, bueno una vez que pase seguro que vuelves a tu ser y.....
Vale, cambiaré destrozar gargantas por suaves y dulces mordisquitos en el cuello.
vale, vale, me apunto. Yo quiero, yo quiero, me dejoooooo
Ñam... ñam... ñaaammm
Vaya, lástima que haya llegado tarde a los comentarios, porque pensaba decirte que se notaba que el principio de tu relato estaba algo menos trabajado... o qué sé yo, pero notaba algo raro. Hacia la mita y el final, lo apaña, sí señor, muy poético, pero de los leídos, es el más flojillo, aunque sigue mereciendo la pena. ;-)
Desde luego los gustos son diferentes. Creo que te parece flojo porque el principio, o el concepto general, es muy típico. Yo lo tendría a media tabla entre los preferidos, pero claro, ese es mi gusto.
Querido, pues leído lo leído, para mí es el último de la fila. Pero insisto en que no está nada mal.
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